sábado, agosto 27, 2011

Fondue de Queso



La palabra francesa fondue, en el sentido literal, significa derretida y proviene del verbo fondre (derretir).

La fondue tiene su origen en la Suiza Francesa y es quizá uno de los platillos más antiguos y tradicionales en esta región.

El origen de la receta podría encontrarse en la antigua costumbre de los pastores y de los montañeros de calentar los trozos de queso viejo, por lo tanto duros, no sólo para ablandarlos, sino también para conformar un plato de comida caliente.

El fondue es un platillo entrañable, llevarlo a la mesa burbujeante y con una pequeña flama encendida genera una sensación de lo más hospitalaria y acogedora y el hecho de comerlo con trocitos de muy simbólico pan, compartiéndolo directamente de la pequeña olla al centro de la mesa, genera comunión y fraternidad. Una fondue calientita y burbujeante al centro de la mesa es sinónimo de una comida inolvidable.

Los quesos tradicionales empleados son el gruyere y el emmental (o emental, como se prefiera) que son "fundidos" en una ollita hasta conseguir una mezcla deliciosa con otros ingredientes. La fondue se ha convertido con el paso de los años en un plato suculentamente delicioso.

El concepto de fondue tradicional se ha ido "flexibilizando" y la idea de "fundir" alimentos ha ido ganando terreno. La fondue de queso se flexibiliza para fundir otros tipos de quesos (los españoles tetilla y cabrales mezclados hacen una fondue deliciosa). También da buen resultado mezclar pequeñas cantidades de queso gorgonzola con los quesos convencionales.

La fondue es también conocida en Argentina y otros países de Latinoamérica por su uso para celebraciones tales como el día del amigo que invitan a compartir entre varias personas este plato típico.

Por último es muy apreciada la fondue de chocolate y frutas. Especialmente la de chocolate negro. Esa historia la contaré en otra ocasión.

Ingredientes

400 gr. de queso cortado en cuadritos (mitad gruyere, mitad emmental) o puede innovar con otros quesos también.
300 cc. vino blanco seco
Pizca de pimienta blanca
Pizca nuez moscada
1 cucharadita de maicena
1 diente de ajo pelado
1 Barra de pan (ej. Baguette)
1 chorrito de Kirschwasser (opcional, aporte de Lorena Haug)


Preparación
Corta el diente de ajo por la mitad y unta con él las paredes de la ollita donde calentará el queso (el set de Fondue la incluye). Si no tienes este recipiente puedes usar cualquier otro de greda o cerámica que pueda ir al fuego.

Ponga el queso trozado en cuadrito, el vino blanco y la maicena disuelta en un poco de vino, pimienta y la nuez moscada y deja calentar a fuego medio bajo, revuelva suave con cuchara de madera. El objeto de haber añadido la maicena es para evitar que con el calor se separe el suero del queso.

Lleve la ollita a la mesa y prenda el mechero debajo para que se mantenga derretido el queso. Con los tenedores de 3 dientes pinche los pedazos de baguette y introduzca en la ollita para llenarlos de queso fundido.

Acompañe con vino blanco y disfrute un día lluvioso.

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