Esta versión bien novedosa de queque, que simula por fuera a un tigre y por dentro a una cebra, es una chef , top model, empresaria, publicista británica, llamada Lorraine Pascale, en su época de modelo le hacia sombra a su entonces compañera Kate Moss, es conocida por haber vendido 1 millón de sus libros de receta, que tiene la característica de ser recetas muy fáciles y súper creativas.
Cuando uno lee su historia de vida, realmente se sorprende gratamente, ella es una sobreviviente que gracias a su capacidad logro salir adelante con éxito.
Y es que en la vida Lorraine Pascale la familia lo es todo, especialmente en su caso que, tal y como ha revelado en una entrevista al diario británico The Daily Mail, es una niña adoptada que fue abandonada dos veces. “Me temo que mi pasado es mucho más complejo que las recetas de mi libros”, dice sin perder la sonrisa.
Motivos, desde luego, tendría. Abandonada cuando solo era un bebe por sus padres de origen caribeño, Lorraine fue adoptada cuando solo tenía 18 meses por una familia con la que pasó sus primeros años viviendo en Oxfordshire. Sin embargo, la suerte no estaba de su parte, y cuando cumplió tres años esos padres se separaron y ella tuvo que quedarse sola con su madre adoptiva hasta que, con ocho años, tuvo que volver a la tutela de los servicios sociales cuando su madre sufrió una terrible enfermedad que le impedía cuidar de la niña. Por fortuna, nunca perdieron el contacto, ya que Lorraine fue a una familia de acogida del barrio que la cuidó mientras su madre mejoraba. Pero eso ella entonces no lo sabía.
“A esa edad no sabía que ir con una familia de acogida era algo temporal, y cuando lo descubrí me dio igual, ya que siempre te persigue el trauma de haber sido abandonada una vez”, explica en la intensa entrevista. “Por eso no funcionó. Me pasaba el día intentando volver a casa con mi madre y los servicios sociales decidieron que sería mejor para mí mandarme lejos con otra familia. Tardé mucho en volver a ver a mi madre adoptiva, y aunque ahora nos llevamos bien, me ha tomado mucho tiempo llegar a esta punto de paz con el que vivo ahora”.
Para empezar, no dudó un momento en pedir ayuda a un psicólogo. “Empecé hace varios años y funciona.
Después de pasarme toda la adolescencia enojada con el mundo por todo el rechazo del que había sido víctima, comprendí que tenía que enfrentarme a ello. Cuando algo grave te pasa lo peor es ocultarlo, y ser abandonada es un tema muy serio que, o aprendes a vivir con él, o te marca de por vida. Yo aposté por lo primero”.
Lección que convertida en una celebritie millonaria no ha dudado en enseñar a todos los que acuden a las diversas ONG de ayuda a niños abandonados y adoptados con las que colabora. “Hablar con personas que han pasado por situaciones similares te hace descubrir que la misma experiencia nos afecta de manera distinta”. Por eso, ahora que acaba de cumplir 40, piensa seriamente en devolver el favor y adoptar a una niña para que, como ella, tenga la oportunidad de disfrutar de una nueva oportunidad en la vida.
El Queque (de sabor dulce) se le llama en la mayoría de países hispanohablantes con una palabra derivada del inglés («cake»); de ahí que se le denomine: «queque», «quey», «keke», etc.
La denominación bizcochuelo o bizcocho es tradicional en Uruguay, Argentina, Ecuador, Perú, Republica Dominicana y Bolivia y según el añadido edulcorante que la masa tenga recibirá el nombre completo: bizcochuelo de vainilla, bizcochuelo de chocolate, etcétera.
En Uruguay no se llama bizcocho al bizcochuelo pues es remplazado para denominar a las confecciones de bollos y petit fours secs llamados bizcochos, similares a las facturas de Argentina.
En España se le llama «bizcocho», excepto en Canarias donde se llama «bizcochón» en la provincia de Santa Cruz de Tenerife o «queque» en la provincia de Las Palmas.
En Chile se llama queque y dependiendo del agregado será queque de chocolate, de vainilla, de limón, etc.
En Perú y Costa Rica se llama queque «keke» (del inglés cake).
En Filipinas, se llama mamón. En Italia se llama "Pan di Spagna", literalmente "Pan de España".
En Japón, el bizcocho es conocido como Castella, introducido por los portugueses.
Ingredientes
250 cc Aceite de Maravilla o Canola
250 gr. Azúcar blanca
100 cc Leche descremada
4 Huevos de Campo
1 Cucharita de Esencia de Vainilla
1 Cucharada de Polvos de Hornear
300 gr. Harina
50 gr. Chocolate amargo en polvo
1 Naranja su ralladura de cascara
Preparación
Prenda el horno a 180ºC. Modo aire circulante si es que tiene esa función sino da lo mismo.
Mezcle en un bowl el aceite, azúcar, huevos, leche, esencia de vainilla y bata hasta formar una pasta cremosa. Vaya de a poco agregando la harina, los polvos de hornear y la ralladura de naranja.
Ahora separe en dos bowl, de aproximadamente 500gr. de la mezcla cada uno. Seleccione uno de ellos y agregue los 50gr. de chocolate y mezcle bien. Quedando un bowl de vainilla y el otro bowl de chocolate, agregue en cada uno una cuchara grande.
En un molde en mantequillado, saque una cucharada del bowl de vainilla y ponga en el centro del molde, haga lo mismo con una cuchara de chocolate al centro de la mezcla de vainilla que recién puso y luego vainilla y así sucesivamente hasta terminar de usar todas las mezclas. El único requisito es paciencia oriental....
Cocine 35 a 45 minutos en el horno.
Paso a Paso
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