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miércoles, enero 04, 2012
Humitas
Humita se deriva de la lengua quechua Humint’a, variante regional del quichua que se habla en el vecino Perú, sur del Ecuador y noroeste de Argentina. En Venezuela se la denomina hallaca, hallaquita o bollo; en Bolivia como huminta (que se cocinan al horno), humita es nombrada en Perú y Chile y en Centroamérica se lo llama tamal. A pesar de que en Ecuador lleva el nombre de humita, en el sur del país también se la conoce como “chumal”, México se llama Tamal y tiene como agregado carne de cerdo, vaca o pollo muy aliñado.
La humita tradicional, consisten básicamente en una pasta de masa de choclo cocido y levemente aliñada de aceite, envuelta y finalmente tostada en las propias hojas (chala o panca) de choclo. Se puede comer tanto salada con ají, como dulce añadiéndole azúcar, o agridulce mezclando una humita dulce con tomate.
Existe evidencia de que las culturas predominantes en México que llevaron el choclo o maíz a otras culturas y regiones, también llevaron consigo platos y formas de cocinar el choclo. Siendo el tamal un método sencillo de cocción del choclo, es posible pensar que podría haber sido inventado en alguna de las posibles regiones origen del choclo, es decir desde México, hasta Sudamérica y de ahí llevado a otras culturas y regiones.
Los tamales son descritos en México por Fray Bernardino de Sahagún en Historia General de las cosas de Nueva España a principios del siglo XVI.
“Comían también tamales de muchas maneras; unos de ellos son blancos y a manera de pella, hechos no del todo redondos ni bien cuadrados... Otros tamales comían que son colorados...”, Fray Bernardino de Sahagún.
Sahagún y otros autores hacen referencia al tamal no sólo como comida de la gente común, sino de los nobles, de los sacerdotes en ceremonias especiales de ayuno.
La evidencia arqueológica muestra al tamal como parte de la vida cotidiana de algunas culturas de México en la época prehispánica, además de usarse en rituales religiosos, en ofrendas y tumbas. En el caso de los mayas, hay esculturas y pinturas de los períodos mayas clásico y postclásico .
Ingredientes
6 choclos humeros
1 Cebolla grande picada en cuadritos chicos remojada en agua y secada
1 ramito de albahaca picada rústicamente y remojadas en agua para que no tiña la pasta de choclo.
1 taza leche entera
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharada de aceite oliva
Sal y pimienta
Hojas de choclos tiernas, lavadas y secas.
Hilo de algodón para amarrar
Preparación
Tomar los choclos cortar sus granos con el cuchillo en 2 pasadas, pasar por una moledora de carne o procesadora de alimentos. La pasta resultante pásela por un colador eliminando el hollejo, así quedan mucho más suave. En una olla grande ponga el aceita y la mantequilla y sofría las cebollas, luego agregue la pasta de choclo, la leche, sal y pimienta, revolviendo hasta obtener una pasta de consistencia manipulable, evite que quede muy seca. Antes de terminar agregue las hojas de albahaca.
Una vez seca la pasta arme las humitas poniendo 2 hojas de choclo encontradas, 3 cucharadas de contenido y cerrándolas como una humita, amarrada con hilo de algodón. (Puede ocupar tiras de hojas de choclos, pero es más difícil).
Una vez armadas las humitas, cocínelas con abundante agua por aproximadamente 40 minutos. Sirva tibias con ensalada de tomates y cebolla o azúcar.
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